20/09/2022
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OSDE y el orgasmo
20/09/2022
Fue el Topo José Luis Betelu, quien hace unos cinco meses vienen dando pelea por su salud, el que pronunció aquel axioma que ahora recuerdo, ahora que podemos anoticiarnos que este martes, en la sede del prepago, se convocaron, al borde la furia, una veintena de afiliadas a OSDE.
Estábamos tomando un café, hace algo así como un par de años atrás. El Topo parecía que ya había dado la vuelta completa de la vida (dicen que la vuelta completa está relacionada con cierto crepúsculo de la libido), por decirlo un tanto elegantemente. De modo que en medio de la charla, entre ironías y otras burlas, muy propias del estilo Betelú, el Topo dijo:
-A esta altura mis orgasmos son gastarle a OSDE.
Y se rió. Y me reí. Y después seguimos charlando. Pero la idea me quedó dando vueltas, porque uno dice OSDE -y conozco unos cuantos lectores que disponen de este prepago- y naturalmente no se está refiriendo a la inmortalidad, pero sí a tener las armas para enfrentar de la mejor manera a la contrariedad de la vejez, o de las patologías imprevistas y graves, y que por eso mismo requieren, por ejemplo, de segundas y terceras consultas, de viajes, de estudios onerosos, de intervenciones quirúrgicas complejas, de internaciones en lugares caros, en fin, lo que todos sabemos.
Uno dice OSDE y la vida, que de por sí es cara, es más cara todavía, pero bueno, siempre queda esa cuestión por la cual uno paga una obra social, la que pueda, la que le soporte el bolsillo: por las dudas. Porque de lo que no hay ninguna duda, en razón de la biología y de todos los factores concurrentes que rodean a nuestra especie, es que finalmente el codiciado prepago deberá por fin empezar a gastar en su afiliado algo de la pequeña fortuna que el afiliado le paga por mes. Todo llega, incluido para OSDE.
Lo que realmente era difícil de imaginar es lo que sucedió en la víspera: una manifestación de afiliados locales de OSDE plantándose frente al edificio del prepago, en franca protesta frente a las deficiencias del servicio. Por las razones que cualquier afiliado de cualquier prepago pondría el grito en el cielo, a saber:
-Reducción en modalidad hormiga de pequeñas cosas que se fueron sumando a otras, como la muy escasa cartilla de profesionales.
-Servicios interrumpidos en kinesiología, traumatología, obstetricia, ginecología, odontología.
-Las cada vez menos profesionales nutricionistas que aún atienden.
-La miseria de los reintegros, menos del 10% cuando se paga de forma particular (de 3000 pesos le devuelven $233) y lo que se viene para el mes próximo: el aumento del 15% en la cuota.
La rareza -y este comentario se escucha a menudo- sería que OSDE funciona mal únicamente en Tandil, lo cual le agrega una suerte de infortunio geográfico al intríngulis. ¿Por qué el pre pago hace agua en nuestra ciudad? ¿Cómo se explica esta falla, ponele, del sistema? ¿Quién le pone el cascabel al gato? La otra novedad es la queja de un sector social que generalmente no ocupa el ágora de los medios y de la vía pública, lo cual da una verdadera idea del malestar reinante: las protestas contra las prepagas y obras sociales son habituales en segmentos de estratos medios o bajos. Inorgánicas, hartas y sin otro recurso que las redes sociales (con todo el poder que ello implica) las afiliadas de OSDE fueron hasta la sede del prepago con un regalito detrás, el regalito que más molesta: los medios de prensa, o por lo menos algunos.
De allí entonces que la reunión de las afiliadas con el gerente Andrés Barzola haya sido en una atmósfera de creciente tensión.
No es para menos el disgusto. Al hecho de pagar una fortuna por mes a una de las prepagas más caras del país, se le debe sumar el "Axioma Betelu". La imposibilidad del último orgasmo: el de gastarle a OSDE en el otoño de la vida. Ni eso, ni ese goce silencioso y paradojal (porque gastarle a OSDE implica tener problemas con la salud) le han dejado a sus afiliados de la Sede Tandil.
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